Tuesday, September 11, 2007

Canto Altazoriano

Los tres tiempos verbales
se dividen en dos: Presente.

No hay parametro posible de medida que logre conjugar esto.

Este hoy calmo que se detiene frente a mí
y me muestra su rostro y su agonia.

Me exige no sólo pensarlo y resolverlo,
sino disolver su angustia.

Me exige a mí.

Es la vida misma.

Un rostro en el espejo que es su propia desventura.

Yo Soy el Di_s y mi reflejo el hombre que me reclama el desdén.


Me dice: presente. Como cuando en el colegio te nombran y si estas respondes: "presente".


Y Di_s se vuelve hombre o jamás se distinguen. El olvido también configura un mundo y la historia (oh, artilugio de olvidadizos) lo confirma.

La irreverencia de todo lo vivo es su necesidad.


Y la necesidad de Di_s-hombre es rescatarse a sí mismo de sí mismo.

La paradoja es el equilibrio.

Hoy no termina (ni empieza) con la caida del sol. El presente se traduce en número y sólo logra tener una expresión que parece atorarse en el ciclo y desespera: uno (presente).

Berlin 11-sep-'07

1 comment:

Valdemar Ramírez: said...

¡Me lleva...!
Yo que rehuyo por norma personal leer autores contemporáneos me veo obligado por las circunstancias. (Eso sí, preferentemente no premios literarios ni crackeros.)

Gracias.