Tuesday, July 15, 2008

Hallazgos

En el baño de un bar de la Colónia Roma apareció esta frase: "la educación es el arte de aniquilar la infancia".

No sé qué decir, creo que eso lo pensaba a los trece y ahora no sé si creer en la infancia como algo venerable.

Justo al relacionar esas palabras ("infancia" y "venerable") viene a mi mente un poema de Breton llamado: Más bien la vida (plus tout la vie). Un poema que, por lo de más, no había recordado hace tiempo:

(...)Más bien la vida

infancia venerable

La cinta que sale de un faquir

se parece a la corredora del mundo

Bien puede el sol no ser más que un despojo

por poco que el cuerpo de la mujer se le parezca (...)


Siempre me gustó este poema. Y si bien no encuentro ya tan venerble la infancia (como experiencia personal, como etapa permanenete, desde mi mismo), sí puedo reconocer que, muy a pesar suyo, el poema de Breton tiene continuidad y "muestra razgos de organización".

La educación no aniquila la infancia, la conduce. Porque no se puede ser infante siempre, a la manera en que un fruto no puede ser siempre flor, y conviene no convertirse en un dique de presa, que se llena de muzgo y retiene basura.